El Tribunal Supremo condena a dos años de prisión a un hombre que cobró durante 15 años la pensión de su padre fallecido
La Sala de lo Penal ha confirmado la condena a dos años de prisión y multa de 1.440 euros por un delito continuado de estafa a un hombre que cobró de forma indebida durante quince años la pensión de incapacidad absoluta concedida a su padre, tras ocultar el fallecimiento de este a la Seguridad Social.
La sentencia declara que hubo engaño bastante y relevante por parte del condenado. Los fallos de control de la Seguridad Social no impiden la condena. Ni el comportamiento negligente de la entidad bancaria que efectuó los pagos.
El padre del condenado había fallecido en febrero de 1998. El condenado cobró la pensión hasta enero de 2013. Los ingresos en la cuenta ascendieron a 288.298 euros. La pensión de incapacidad permanente llegó a ascender a 1588 euros al mes. El condenado figuraba como único autorizado y dispuso ilícitamente mediante reintegros en efectivo, transferencias y traspasos. Además domicilió recibos en la cuenta. Ahora tendrá que devolver esa cantidad a la Tesorería General de la Seguridad Social.
No obstante la Seguridad Social sólo ha podido recuperar 86.392 euros por pensiones de los últimos cuatro años. El derecho a reclamar la devolución de las anteriores estaba prescrito.
La sentencia considera que existió engaño al no comunicar el fallecimiento de su padre a la Seguridad Social y a la entidad bancaria. Esto generó el error en la entidad pagadora, que continuó abonándo la pensión.
El delito de estafa no sólo lo comete quien engaña a un tercero al comunicarle algo falso como si fuera auténtico, sino también, quien le oculta datos relevantes que estaba obligado a comunicarle.
Para el Tribunal Supremo, el engaño consiste en la falta de comunicación del fallecimiento a la Seguridad Social.
Esta omisión determina que se siguiera abonando la pensión de incapacidad.
La Sala rechaza la atenuante de confesión. El condenado alegó que había comunicado el fallecimiento a la Seguridad Social en 2013. Sin embargo, esta comunicación se hizo porque recibió una llamada de un empleado del banco debido a la intesificación de los controles para evitar el fraude en las prestaciones a la Seguridad Social.